<p dir="ltr">Con una trayectoria en el universo del cine, el videoarte y la fotograf&iacute;a que tuvo en la pel&iacute;cula &quot;Garage Olimpo&quot; su momento c&uacute;lmine, Marco Bechis (Santiago de Chile, 1955) presenta ahora su primer libro, &quot;La soledad del subversivo&quot;, una novela autobiogr&aacute;fica que se centra en sus d&iacute;as secuestrado durante la dictadura c&iacute;vico militar, pero tambi&eacute;n en el juicio y condena a los responsables, todo desde una perspectiva que asume para narrar: la del sobreviviente. &nbsp; <p dir="ltr">Con mate de por medio, en una tarde de entrevistas durante sus d&iacute;as en Buenos Aires para presentar esta novela autobiogr&aacute;fica publicada por el sello A.hache de la editorial Adriana Hidalgo, el cineasta asegura, en una charla con T&eacute;lam, que toda pel&iacute;cula o ficci&oacute;n es autobiogr&aacute;fica pero en este caso decidi&oacute; retomar con datos precisos sobre sus d&iacute;as secuestrado en el centro clandestino de detenci&oacute;n Club Atl&eacute;tico en 1977. &nbsp; <p dir="ltr">Pero no solo est&aacute; ese d&iacute;a a d&iacute;a de terror sino tambi&eacute;n el relato sobre su vida previa y posterior que incluye el regreso a Italia, pa&iacute;s natal de su padre, al que regres&oacute; una vez liberado y en el que hizo base para proyectar su futuro. Sus padres y hermanas viv&iacute;an en Italia pero Bechis, a sus 20 a&ntilde;os, decidi&oacute; regresar a Buenos Aires a estudiar. Se trataba de un regreso porque los Bechis ya hab&iacute;an vivido en Argentina por el trabajo como directivo de Fiat. &nbsp; <p dir="ltr">Sobre esta novela, escrita en italiano y traducida al castellano por Ana Miravalles, y terminada antes de la pandemia, Bechis se explay&oacute; en una charla en la sede de la editorial en el barrio de Recoleta en la que tambi&eacute;n cont&oacute; que entre sus proyectos hay un libro autobiogr&aacute;fico sobre Chile, por los 50 a&ntilde;os del golpe militar, un guion y una comedia sobre crisis de hombres de mediana edad. &nbsp; <p dir="ltr">-T&eacute;lam: &iquest;C&oacute;mo fue el proceso de escritura de la novela? &iquest;Puede ser pensada como un di&aacute;logo con &quot;Garage Olimpo&quot;? &nbsp; <p dir="ltr">-Marco Bechis: Al final todo apunta a un mismo lado porque un sobreviviente hace cine, escribe un libro. Es una marca que le queda. Es una cat&aacute;strofe que ha sucedido y el que sobrevive no tiene una definici&oacute;n clara de por qu&eacute; est&aacute; vivo, c&oacute;mo sali&oacute;. Todas esas preguntas salen a lo largo de 40 a&ntilde;os. El autor, escritor o el cineasta tiene que resignificar qu&eacute; pas&oacute; antes de la cat&aacute;strofe. La escritura sali&oacute; como una nueva necesidad de sacarme de adentro, de expresar lo que pas&oacute;. El disparador del libro fue el juicio en 2010. Tengo estantes con diarios, cuadernos que llevo y pens&eacute; tambi&eacute;n que ten&iacute;a que hacer algo con eso. Eran reflexiones de pel&iacute;culas, sue&ntilde;os, cosas que pod&iacute;an tener un sentido. La idea narrativa me surge ah&iacute;. Respecto al cine, &quot;Garage Olimpo&quot; es una pel&iacute;cula autobiogr&aacute;fica aunque no cuenta mi historia. No soy una chica y no termino como ella, sin embargo el lugar en el que estuve fue reconstruido exactamente, los sonidos son los que escuchaba. Todo eso que le pasa me pas&oacute; a m&iacute;, menos el final. De alguna manera pens&eacute; qu&eacute; otra cosa puedo contar m&aacute;s all&aacute; de lo que ya cont&eacute; autobiogr&aacute;ficamente. Aunque toda pel&iacute;cula es autobiogr&aacute;fica por m&aacute;s que hable de marcianos. Pens&eacute; que faltaban mis pensamientos en ese momento porque en una pel&iacute;cula el personaje est&aacute; en un ambiente y en ese ambiente se mueve y a trav&eacute;s de esos movimientos en el espacio yo percibo como espectador un mensaje, lo que est&aacute; pasando, inclusive con los enormes silencios y lo que llena esos silencios, la voz en off. Dije voy a hacer una obra con otro lenguaje y que aporte a decir la verdad sobre lo que me pas&oacute; a m&iacute; &iacute;ntimamente, c&oacute;mo llegu&eacute; a ese nivel de riesgo, c&oacute;mo me expuse de manera inconsciente. &nbsp; <p dir="ltr">-T: La narraci&oacute;n no es cronol&oacute;gica y el relato de la vida del protagonista se impone mientras est&aacute; secuestrado. De esta manera en el relato prevalecen las ganas de narrar, el impulso de vida. &iquest;C&oacute;mo fue esa decisi&oacute;n? &nbsp; <p dir="ltr">-M.B.: Cuando estaba secuestrado en cierto momento no dorm&iacute;a m&aacute;s porque dormir significaba so&ntilde;ar, evadirme con monta&ntilde;as, aviones, todo lo que implicaba la libertad. Cuando me despertaba era la verdadera pesadilla, despertarse de un sue&ntilde;o en las monta&ntilde;as y encontrarse vendado era, como se dice ac&aacute;, un baj&oacute;n. Es cierto que pensaba un mont&oacute;n de cosas mientras me daba miedo que volvieran a darme picana, que volvieran a buscarme para matarme. El miedo era un tormento permanente, estaba impregnado. Y no era el miedo de cruzar la calle y te atropelle un colectivo o una curva en un auto ocasione un accidente. La vida puede terminar en un accidente pero termin&oacute;, en cambio, ese era un miedo constante, que no se sab&iacute;a cu&aacute;ndo pod&iacute;a terminar, pod&iacute;a durar toda la vida. Para salir de eso uno pensaba pensaba y es un poco el esquema que termin&oacute; siendo un mecanismo narrativo.